Mi primera vez en Cabo Blanco

Desde que empecé a correr tabla seguido siempre quise correr en Cabo Blanco. Veía fotos y videos de los más bravos metiéndose tubaazos en una ola peruana y cada vez me mentalizaba más para ir.

Para ponerlos en contexto, yo no soy el mejor surfer del Perú ni tengo el mejor estilo, pero con alguito me defiendo. He corrido corcho toda mi vida pero hice el cambio a la tabla hace como 6 años. Tengo la suerte de que mi familia tiene casa en una playa caleta donde puede llegar a reventar de 3mts y corrible entonces siempre he estado acostumbrado a olas relativamente grandes.

Regresando a Cabo, el año pasado me había quedado con las ganas de ir. No me atreví a mandarme en alguno de los swells y se me pasó la temporada. Creo que estuvo bien, porque durante el invierno corrí bastante La Herradura y alguito me fui preparando. Para los que no saben, Cabo revienta con crecidas nortes que solo hay en verano. Normalmente son entre diciembre y enero.

Esta temporada estuvo diferente, la corriente de La Niña hizo que algunas crecidas se aguanten y no lleguen al Perú como otros años. Entonces en la primera crecida decente que vi en el reporte decidí que esa era y con dos patas más compramos pasajes para irnos de viernes a lunes.

Supuestamente el viernes y sábado iba a estar medianito y domingo, lunes y martes iba a estar grande. Entonces para nosotros era perfecto: llegábamos con un tamaño decente para entrar y familiarizarnos con la ola y de ahí ya se ponía bueno. Teníamos bastantes expectativas. Hasta me compré una tabla step up con round pin (que igual ya necesitaba).

Una semana antes del viaje el swell seguía marcando igual, sólido. Hawaii había reventado grandazo y unos días después Mavericks también había reventado. Todo indicaba que no nos íbamos a quemar.

Pero un par de días antes del vuelo el swell bajó un poquitito, y al día siguiente otro poquito. Igual iban a haber olas pero no veríamos un Cabo buenazo.

Bueno, la cosa es que volamos Lima-Talara y llegamos a Cabo el viernes a las 10am. No había nadie en el agua, mala señal. Luego de ver el mar un rato, entraban unas olitas de vez en cuando, chiquitas, medio metro a 80cm pero era alguito. En una y sin haber comido nada nos metimos porque la marea ya estaba subiendo y de ahí no íbamos a poder correr. Éramos yo y mis 2 patas solos en Cabo Blanco, demorón y chico pero igual nos vacilamos. Para el late fue igual: full vacilón, los 3 solos pero con más olas. Además, ese día nos sirvió para alucinar el reef, la entrada y la salida si terminábamos en una mala situación.

El sábado no creció como esperamos. Tenía que ir entrando la crecida durante el día y no fue tanto, así que decidimos extender nuestra estadía 1 día más hasta el martes.

Nos quedamos en el hotel El Merlín de Cabo Blanco. Un poco caro pero lo recomiendo al 100%: Es el único hotel que tiene vista directa a la ola. Solo abríamos la cortina o salíamos al balconcito y chequeábamos como estaba. Tiene una área común en el segundo piso con cocina, billar, wifi y vista a la ola perfecta para chambear.

El domingo ya hubieron más olas y para el late late se puso épico. Tampoco enorme de tamaño pero igual de la csm.

Algo que me sorprendió para bien fue el crowd. Siempre había escuchado que era recontra pesado y el ambiente hostil. De repente fue que no habían tantas olas o que la mayoría de pros estaban en Hawaii, pero no lo sentí tan feo. De repente también estaba acostumbrado al crowd de La Herra.
Yo pienso que si respetas a los demás, también te van a respetar y tarde o temprano vas a salir ganando. Igual en Cabo Blanco. Pocas olas y poco crowd, o muchas olas y mucho crowd. Saber que si estas metido en el point con los más bravos tienes que esperar tu turno con paciencia y si estas más abajo, no remar ninguna ola a alguien que esté más inside porque de ahí se chorrea y le malogras el tubo. Más esos días que la ola no estaba tan perfecta como otros años y se cerraba por partes.

Para que se den una idea de la paciencia, todos estos días estuvo Miguel Tudela con unos 5 camarógrafos de Monster grabando un mini documental. Esa sesión del domingo en el late Miguel se habrá agarrado unas 6 olas en 3 horas. A ese nivel de paciencia hay que llegar y eso que estamos hablando de Miguel. Pero cada una de esas olas fueron ACHORADASAS. El pata la rompe, por algo le dieron el wildcard al CT de Pipe. Se metió un tubazo con salida que si no tienes esa caña no la haces.

Finalmente, el lunes y martes también hubieron olas pero no como lo esperamos desde un principio. Igual estuvimos en el agua todo el tiempo posible y nos vacilamos harto.

No quiero dejar de lado que en la ola no estas fuera de peligro. Con la marea alta o con el mar chico te puedes ir al toque contra el reef, y con la marea baja contra la arena. El martes en el early, con olas recontra manejables, un pata que conocí ahí mismo (y que ha corrido por 15 años Cabo) se fue contra la arena dos veces seguidas y en la segunda se noqueó 1 segundo. Salió del agua gritando ayuda y estaba parado agarrándose fuerte de su tabla. Yo estaba ahí a 2 metros y junto con un X fuimos a ayudarlo, lo agarramos y lo sacamos caminando a la playa. Se llevó un buen susto en el que felizmente no se rompió nada y no pasó a mayores.

Terminando el viaje, con mis 2 patas quedamos en ir todas las temporadas al menos 1 vez a Cabo Blanco. El lugar, la ola, el pueblito… todo tiene una mística bien chévere. Excluyendo a la gente que vive ahí, el 99% de la gente que va es porque va a correr olas y eso se siente en el ambiente.

Quiero hacer énfasis en que es crucial que vayas si te sientes 100% preparado, tanto física como mentalmente y de nivel de surfing. No es como meterte a correr a La Isla o Puerto Viejo, es una ola en la que pueden haber consecuencias ya sea con las piedras, el muelle, la arena o la gente.