Escrito por Luciana Bravo.
En este capítulo les presentaré a la gran mujer que muchos conocedores consideran como la pionera del surf en el Perú, debido a que inició la práctica de este deporte antes de que llegara de la primera tabla hawaiana.
Sonia Barreda corriendo en Cerro Azul 1974
Aquí me detendré en el tiempo para contarles un poco sobre Sonia Barreda, una de las primeras tablistas que tuvo el Perú, antes de que Carlos Dogny trajera la primera tabla hawaiana al país.
Como les conté en el primer capítulo, hace ya unos años, vi una señora corriendo en Redondo que hizo preguntarme quién podría ser la pionera del surf femenino en el Perú y en qué condiciones practicaba este deporte. Es así, que, al realizar esta investigación, se me ocurrió trasladar una parte de mi cuestionamiento a personalidades destacadas del surf peruano de diferentes edades: ¿a quién consideras la pionera del surf femenino en el Perú?
Las respuestas indudablemente variaron según las generaciones cuestionadas. Las surfers más jóvenes respondieron que es Rocío Larrañaga y, en la mayoría de los casos, que es Sofía Mulanovich. En contraparte, las personalidades que corrieron en la época como Manie Rey o tablistas más contemporáneos como Magoo De La Rosa y Roberto Meza, que incluso hicieron trabajos de investigación, opinaron que la pionera es Sonia Barreda.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, pionera significa: “Persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana”.
En este sentido, decidí investigar sobre el tema y encontré entrevistas, documentos y textos que me hicieron dedicarle este capítulo a la gran Sonia Barreda. A continuación, les presento los siguientes:
En una entrevista que dio a Olas Perú, Sonia contó que cuando era joven no existían las tablas hawaianas y que todos surfeaban con tablas de madera. Reveló que, con un pedazo de madera, ella fabricaba su propia tabla. Junto a sus amigos, se metía hasta la reventa con esa tabla, sin aletas, y se impulsaba con los piedrones que había bajo el mar. Más adelante, le compró una tabla hawaiana grande a su hijo Sergio y ese mismo día, Sonia se echó sobre esta, comenzó a remar y a correr olas, quedando extasiada con tremenda experiencia. “Yo siempre me sentía orgullosa del deporte de la tabla hawaiana”, “cuando comencé era la única, luego ya aparecieron varias” afirmó. Comentó, además, que Pilar Merino fue una de las primeras en correr, así como Lía Mezzano, Carmen Pastorelli y Manie Rey. “Yo corría solita, nunca estuve en una tabla con otro”, agregó; demostrando autosuficiencia y que no hacía tándem, la modalidad que practicaba la mayoría de jóvenes de su época. Sonia Barreda no sólo fue una pionera del surf, sino que inculcó el amor por este deporte a sus también destacados hijos, los surfistas, el Gordo y el Flaco Barreda.
Por su parte, Jaime Bedoya relató: “Corrían los años cincuenta, y Sonia de Barreda, la madre, corría olas bajo los acantilados de Lima, en el entonces apacible distrito de Miraflores. El mar era amplio y estaba solo para ella. Todavía no había llegado de Hawái ese señorito llamado Carlos Dogny, a quien un mayordomo le cargaba un inmenso tablón de madera hasta las mismas orillas de canto rodado de la ciudad. Era la primera tabla hawaiana que llegaba al Perú. Barreda se fabricaba sus propias tablas con pedazos de madera para correr «a pechito». Eran una versión pionera y artesanal de las futuras Morey Boogie, aunque de menor flotación. Cuando sus hijos cumplieron los diez años, Sergio Barreda, El Gordo, y Carlos Barreda, El Flaco, ya habían sido presentados al mar y a sus vaivenes. Eso sí, su padre, el doctor Carlos Barreda, no pisaba el agua salada.”
En Huellas en el Mar nos cuentan que la playa Cerro Azul fue descubierta en 1961 pero que fue Sonia Barreda quien abrió el camino hasta la playa, compró un terreno y construyó una casita que aún permanece ahí como referente de los Barreda. De este modo fueron los primeros tablistas en disfrutar las maravillosas olas se esa famosa playa. La conexión que existe entre la playa de Cerro Azul, la tabla y la familia Barreda es más que conocida por todos, es una leyenda del surf.
Magoo De La Rosa narró: “Cerro Azul pasaría a ser el hogar de un gran número de tablistas que la situaron como su playa predilecta. Entre ellos: los hermanos Barreda, el Gordo y el Flaco y, por supuesto, su madre, Sonia Barreda, primera tablista mujer de la historia de la tabla en el Perú”.
A continuación, unas palabras de la misma Sonia Barreda que demuestran su pasión por este deporte “La historia de la tabla en el Perú es apasionante. Yo misma he alojado a muchos tablistas extranjeros aquí en mi casa. A todos los tablistas que venían al Perú mis hijos los traían aquí y yo feliz.”
Como anécdota que resalta el carácter y el espíritu tan surfer de Sonia, Olas Perú relató: “Los hermanos Barreda estudiaban en el colegio Champagnat (cuna de tablistas talentosos), y cada vez que el mar se ponía bueno, Joaquín Miró Quesada y Miguel Plaza iban al colegio a recogerlos. Un buen día, el director del Champagnat llamó urgentemente a doña Sonia Barreda, para preguntarle qué iban hacer sus hijos con su vida, correr tabla o estudiar. Doña Sonia, con la elegancia que la caracterizaba, miró al director de pies a cabeza y respondió: “Sergio, Carlos, agarren sus cosas porque nos vamos a la playa”.
Con toda esta recopilación de textos, queda más que claro que Sonia fue la pionera en la actividad del surf, aún antes de que llegara la primera tabla al Perú.
Decidí dedicar este capítulo a la señora Sonia Barreda, “Primera Dama” de la tabla en el Perú, fallecida en marzo del 2006, con mucho orgullo y respeto. Una mujer tenaz, aguerrida, valiente que se atrevió a desafiar las olas en una época en la que no existían las facilidades que tenemos hoy en día. Una mujer que supo cómo conjugar el amor por su familia y por el surf.
En el próximo les contaré sobre un hecho que marcó la caída del surf en el Perú para luego resurgir con más fuerza.
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