Surf de ola grande por contrato independiente

Palabras por Andres Touzet.

Este último viernes 30 de abril, se corrió la voz de un swell de épicas proporciones en dirección a la famosa ola de Teahupoo en Tahití y como era de esperarse todos los bravos del surfing mundial de ola grande, compraron su pasaje y llegaron para ver a la joya de Tahití brillar.

Al llegar encontraron olas perfectas, wipeouts y un aluvión que se llevó todo a su paso por el pueblo de Teahupoo.

Entre todo el ruido mediático generado por las olas perfectas y los tubazos, el post de Greg Long captó mi atención.

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En este post, la leyenda de ola grande, pide ayuda económica para poder solventar los gastos de hospital de su camarada, el británico Tom Lowe, quien se fue directo al reef en una de las bombas del día y tuvo que ser transportado por helicóptero al hospital y donde recibió cirugías de emergencia.

Entre todos los comentarios, hay uno que inició una conversación totalmente diferente e interesante.

Kevin Jackson (somuchgnarly), pregunta lo siguiente: ¿Cómo es posible que las marcas auspiciadoras de estos atletas no se hagan cargo de un seguro médico que abarque todo tipo de situaciones para este deporte de tanto riesgo?

Greg Long revela que los acuerdos de auspicio para los surfistas profesionales son realizados como contratistas independientes de manera que el seguro médico y otras responsabilidades corren por parte del atleta.

Esos dos comentarios generaron que se lance la maleta contra las grandes marcas de surf.

La conversación no deja de plantear un punto muy serio e interesante. Estos tablistas de ola grande ponen en riesgo su vida, muchas veces reciben lesiones que pueden poner fin a sus carreras, ponen su integridad física en peligro, muchos son proveedores para sus familias y no cuentan con un seguro médico que pueda asistirlos en la probable situación de un accidente.

Al final, son las grandes marcas las que captan la foto o el video y ponen tremendo sticker en la tabla de los atletas para cosechan los beneficios del marketing.

Al final son las marcas que se embadurnan del coraje de sus atletas, de la mística, de la vibra y la personalidad de los surfers para crear contenido.

Sin ser tablistas de ola grande, las carreras de Owen Wright y Dusty Payne nunca más fueron lo mismo después de sus respectivos accidentes.

¿No debería ser el riesgo proporcional a la remuneración? ¿No deberían las marcas involucrarse con el bienestar de sus atletas?

Por el bien del deporte, creo que es necesario un balance donde los atletas tengan mayor control sobre la remuneración y puedan exigir una cobertura total de salud, sobre todo en el surf de ola grande, que, a diferencia del surf competitivo de alto rendimiento, el riesgo de fatalidad es mucho mayor.