VÍA SURFING – CAP 27: La Inspiración se llama Adriano

Pamela Álvarez Calderón B.

¿Lo vieron? Todos los brasileros compitieron en el Surf Ranch este fin de semana con la lycra número 13 de Adriano de Souza. Es el homenaje más lindo que he visto yo, desde que me volví fan del surfing, hace unos 5 años atrás. Qué homenaje más paja y merecido ha recibido Adriano. Qué orgullo debe haber sentido. Qué celebración tan especial a una gran carrera.

Como muchos ya deben saber, Adriano declaró que este año, es su último año compitiendo en el Tour. Sí, se retira. Así que cada evento en el que compite, es el último para él. Y eso hace que sea un año muy especial. Pero lo de este fin de semana, fue muy feeling. Fue un gran reconocimiento a una gran persona y surfer.

Debo decir que Adriano ya tiene 15 años compitiendo en el Tour. 15 años viajando y dedicándose 100% a esto que le gusta tanto desde que era un niño. Cuenta la historia que Adriano nació en una favela en las costas de Sao Paulo, Brasil. Una favela es como decir un pueblo joven. Un lugar humilde donde no tuvo comodidades ni privilegios. Todo lo contrario. El mismo ha contado que era un lugar peligroso, donde los niños como él no solían tener sueños ni esperanzas de un gran futuro. Ha contado también, que a los 8 años su hermano le regaló una tabla de surf de segunda, que había comprado a solo 7 dólares. Y la historia real nos cuenta que esa tabla le cambió la vida.

7 dólares y una tabla pueden cambiar una vida.

Le aumentaría esfuerzo a esa ecuación:

7 dólares + una tabla + esfuerzo = cambiaron la vida de Adriano.

Desde que tuvo esa primera tabla en sus manos se dedicó a correr y, con el tiempo, los resultados empezar a llegar, hasta que consiguió entrar al Championship Tour. He escuchado en varias entrevistas a varios surfers del Tour y a comentaristas de la WSL contar que Adriano debe ser el surfer más riguroso del Tour. Mick Fanning contaba hace poco en el programa Getting Heated que Adriano era el surfer que llegaba al lugar de competencia antes que el resto. Siempre llegaba días antes que los demás para poder entrenar, sentirse cómodo en la ola y así intentar lograr mejores resultados.

Dicen que lo que no tiene de talento lo ha sabido suplir con esfuerzo. No me atrevo a firmar esa frase. Para mí tiene todo el talento que se necesita. Y si ese talento lo trabajas con objetivos claros y con las ganas que él le pone, pues logras grandes cosas, como las que ha logrado Adriano. Después de varios años en el Tour, se coronó campeón mundial en el 2015 haciendo su sueño realidad, por el que tanto había luchado desde que era un niño viviendo en una Favela. Lo hizo en la última fecha del año, en el Pipe Masters. Se coronó campeón mundial y además, ganó el evento. Doble premio para él. Y qué merecido.

La historia de Adriano debe ser una de las más inspiradoras del Tour. Mucho se habla y se hablará de Medina y sus varios títulos mundiales. Ahora tiene 2 y el primero lo ganó un año antes que Adriano, incluso. Y es muy probable que este año o los siguientes, pueda aumentar esos 2 títulos con facilidad.  Y quizás en el futuro se hable más de Medina a nivel del impacto del surfing brasilero en la historia del surfing mundial. O se hable más de él por la cantidad de títulos ganados. Puede ser. Pero eso no importa. Cuando hay historias como la de Adriano que tienen ese sabor extra, ese ingrediente adicional que logra empatía y que inspira, qué importan los números.

Además, yo diría que Adriano fue el primer brasilero en lograr resultados importantes en el Tour y fue el que abrió la puerta al resto de brasileros de esta generación llamada “Brazilian Storm”. Es inspiración pura. Me imagino a Medina, a Toledo, a Italo, que son menores que él, viéndolo competir en el Tour frente a todo el resto de monstruos pensando: “yo también quiero llegar a donde está él”. Es el ídolo de cualquier niño brasilero que sueña con lograr algo que parece imposible. Cualquiera puede identificarse con ese niño que no tenía nada y que lo logró todo. De nada, a todo. Que pasó de una Favela a convertirse en campeón mundial. Si esto no inspira, no sé qué lo puede hacer.

Por todo esto que les cuento, es que he sentido una emoción muy grande este fin de semana al ver ese gran homenaje que todos los brasileros le han brindado corriendo con su lycra. Todos fueron de Sousa y tuvieron el número 13 en la espalda en el Surf Ranch. 100% emocionante y merecido.

En lo personal, he tenido la suerte de ver a Adriano competir y de conversar alguito con él en varias ocasiones. La primera vez fue en Hossegor. El era el campeón mundial vigente en ese momento. Llegó a la playa tempranito con su tabla en mano y empezó a llover. Las pocas personas que estábamos ahí nos paramos bajo un toldo de un lugar que vendía sándwiches y café en la playa. Bajaron unas cortinas para cerrar más el lugar y así evitar que la lluvia entrara. Éramos pocas personas que sin querer quedamos casi encerradas en ese lugar. Una de ellas era él, Adriano, que con una naturalidad hablaba y comentaba, con las personas que estábamos ahí, lo que estaba pasando. Luego nos tomamos la foto de abajo que me encanta!

Luego lo vi en Jefrreys Bay. Entré a la tienda de la WSL para comprarme un polo y estaba ahí. Preguntando por algo que quería comprarse también. Fue un encuentro inesperado que fue aprovechado con la fotito de abajo.

En Hawaii también me lo crucé en la arena cuando acababa de salir de correr, momentos previos al campeonato. Siempre feliz, con buena onda, se nota que disfruta cada momento.

Y la última vez fue en JBay, pero en el 2019. Venía de una lesión en la rodilla y había vuelto a competir en la fecha anterior. Mientras caminaba en la arena lo vi y cruzamos miradas. El con una sonrisa muy grande me invitó a acercarme. Le dije que me alegraba mucho verlo de nuevo compitiendo y le pregunté por su rodilla. Me dijo que estaba muy bien. Le pedí una foto. Mi sorpresa fue grande cuando la persona que estaba al costado de él con capucha también posó en la foto. Era Filipe. Y así se generó este selfie de 3.

En todos estos encuentros casuales y naturales, me he encontrado con un Adriano humilde, bueno, sonriente, y sobre todo, feliz.

Y ese mismo Adriano fue el que este fin de semana hizo algo que no puedo dejar de mencionar. Iba a entrar a correr a la piscina después de Kelly, se cruzaron e intercambiaron lycras. Cuál futbolistas. Adriano le dio la 13 y Kelly la 11. Adriano se la puso de inmediato y corrió con la lycra de Kelly.

Y fue un momento muy paja! Porque al terminar la ola, parado en su tabla, señalaba su espalda mostrando el 11 de Slater. Y lo que declaró después Adriano, me reconfirma la calidad de persona que es. Sin poses. Siendo él. Diciéndole gracias a Slater por el referente que fue para él, diciéndole que gracias a él, estaba ahí en ese momento. Sintiéndose orgulloso de haberse convertido en Kelly por unos minutos mientras corría con su lycra, además, en la ola que él ayudó a crear. Me encanta cuando la gente tiene la capacidad de agradecer, de no olvidarse de mirar sus inicios, de no cambiar. De mantener su esencia y su humildad. Estoy segura que Adriano es una de esas personas.

Qué más les puedo decir, estas historias me encantan, me motivan, me inspiran a mí también.

Adriano es una gran persona y un gran surfer. Terminó 5to este fin de semana en el Surf Ranch, dándolo todo, corriendo increíble y disfrutando de ese gran homenaje que le hicieron, junto con todos los brasileros que cada vez son más y andan más “equipo” que nunca.

Y ahora me toca a mí decirle algo a Adriano:

Adriano: todos los homenajes que te hagan son merecidos. Y mereces muchos más. Yo te agradezco a ti por todos esos momentos que me has regalado, por tus sonrisas y tu buena onda, por tu sorpresa y alegría cuando te decía que era peruana, por tu tiempo y tu cercanía. Obvio que por tu surfing, pero sobre todo por la inspiración que le dejas a los niños brasileros, a todas las personas del mundo, y a mí. 7 dólares, una tabla y esfuerzo pueden cambiar una vida. Cambió la tuya. Gracias por dejarnos este mensaje que me llena de esperanza. Gracias por tu historia y tu inspiración. Gracias Adriano por ser tú.

Nos vemos el próximo jueves, chau!

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