Por Pamela Álvarez Calderón B.
DIA 0 – o sea, el día anterior al inicio del campeonato
Esta señorita estaba en el aeropuerto de México esperando la conexión hacia Huatulco, que es la ciudad donde queda el aeropuerto más cercano a Barra de la Cruz. Había viajado de Lima a Atlanta días antes, por motivos equis que no vienen al caso comentar, y de Atlanta había viajado a Ciudad de México. Todos esos vuelos los había hecho con el monopod de mi cámara de fotos en la mano. El monopod es como un trípode para colocar y apoyar la cámara de fotos pero que tiene un solo punto de apoyo. Es súper cómodo para la arena y es el que yo uso. Y este monopod no entraba en mi carry on que era el único equipaje que llevaba conmigo por lo que había tenido que tener el monopod en mi mano en todos esos tramos del viaje.
Ya era la hora de abordar el avión que nos llevaría hacia Huatulco y nuestra sala de embarque quedaba en la parte nueva del aeropuerto de Ciudad de México, que es súper alejada. Habíamos caminado un montón para llegar hasta ahí desde el restaurante donde comimos algo un rato antes. Eramos los últimos prácticamente en la fila para abordar al avión y se me vino a la cabeza: “el palo” jajaja así le digo coloquialmene al monopod jajaja, “el palo”. Y miré mis manos y no lo tenía, solo estaban conmigo mi carry on y mi cartera. Entré en shock. Me di cuenta que no tenía el monopod conmigo.
Se había quedado en alguna parte del aeropuerto, quizás en ese restaurante donde almorzamos un rato antes. No entré al avión, me salí de la fila pensando en regresar a buscarlo. Pero cuando recapacité, supe que era imposible ir a buscarlo y regresar a tiempo para no perder el vuelo. Tuve que aceptar que lo había dejado olvidado. Quizás en el restaurante, quizás en migraciones, quizás en cualquier lugar del aeropuerto. Dejarlo ir… no me quedó otra.
Pero en serio lo iba a necesitar. Estaba yendo al CT de Barra de la Cruz y quería tomar fotos mostras y para eso necesitaba mi “palo”. Entré a googlear como loca:
Huatulco monopod / Huatulco tiendas de fotografía / Huatulco fotos
Y todas esas combinaciones en las que uno piensa cuando quiere buscar algo con desesperación. Porque además de encontrarlo, lo necesitaba ese mismo día porque el evento empezaba al día siguiente a las 7am.
Y mientras entraba al avión y me sentaba en el asiento que me habían asignado, mis ojos estaban pegados en el celular, y mis dedos no dejaban de teclear para buscar monopods en Huatulco. Me empecé a dar cuenta de que en Huatulco no había tiendas especializadas en fotografía, las personas que contactaba y que me respondían me ofrecían mandarme el monopod desde otra ciudad en los siguientes 7 días… no había forma. Lo necesitaba esa misma tarde.
Hasta que me encontré con esto: “Fotos Gaby”, era una tienda de impresión de fotografías que ofrecía sesiones de fotos también. Y les escribí. Gil me respondió al toque, justo antes de que me obligaran a apagar el cel para que el avión despegara. Me dijo que sí tenía uno y que me esperaba en la tienda. Apagué el cel, acepté el tequila que la azafata nos ofrecía y respiré aliviada. Luego de tomarme mis shots de tequila en el vuelo para relajar el stress jajaja aterrizamos como a las 5pm en Huatulco.
Luego de los trámites para alquilar el auto en el aeropuerto y de poner a mi mejor amigo de los viajes: “Waze”, nos encontrábamos camino a la tienda “Fotos Gaby” donde Gil nos esperaba con el monopod. Era de él y estaba usado pero en perfectas condiciones. Así que en 5 min tenía un monopod de nuevo en mis manos y la firme promesa en mi mente de no olvidarlo nunca más. Resultó que Gil corría tabla así que conversamos un poco de olas y del evento y nos fuimos.
Un pequeño obstáculo más que había logrado superar para llegar con todo a ver el evento de Barra de la Cruz (si leíste mi columna de la semana pasada entiendes a lo que me refiero. Si no, puedes buscarla en esta misma página como Vía Surfing Cap 36).
Así que ahora sí, solo nos faltaba acomodarnos en nuestro Airbnb que iba a ser nuestra casa por los siguientes días, comer algo, poner el despertador y dormir.
>>>>>> F O R W A R D >>>>>>
DIA 1 – La acreditación
Sonó el despertador y nos alistamos para ir a Barra de la Cruz. Teníamos que llegar temprano para acreditarnos porque el campeonato estaba programado para empezar a las 7am. Otra vez nuestro amigo “Waze” nos llevaba por carreteras Oaxaqueñas hasta la ubicación que Mónica, la encargada de la acreditación del evento, me había mandado la tarde anterior.
Llegamos 6.15am aprox. después de manejar por 35 minutos desde Huatulco. Confieso que tenía un poco de temor de que realmente nuestros nombres estuvieran en la lista y de que no se presentara un rollo más para poder estar en el evento. Recuerden que el evento era cerrado al público por el tema de la pandemia y que después de mucho esfuerzo, trámites, mails, envío de info, más mails, etc, habíamos logrado que nos acreditaran como Prensa y con eso íbamos a poder entrar y ver el evento.
Llegamos al primer punto de control que estaba en la carretera y todo bien, nuestros nombres estaban en la relación peeeeero las pulseras que tenían que darnos no estaban. Nos dijeron que pasemos hasta el segundo punto de control. Una locura tanta seguridad. Entramos y el camino era bien largo. Se cruza todo el pueblo donde tienes que doblar a la derecha, a la izquierda, a la derecha otra vez y así. Es casi como un mini laberinto con una pista principal y muchas otras de trocha.
Después de pasar por diferentes casas, hospedajes, canchas deportivas, bodeguitas y demás, llegamos al segundo punto de control. La seguridad era recontra estricta. Ahí nos dijeron que como no teníamos las pulseras, no podíamos entrar. En toda la zona de Barra de la Cruz no hay señal de Internet. Nada, ni una rayita. Nosotros estábamos con chips de Telcel, operadora mexicana, que habíamos comprado en el aeropuerto de Ciudad de México, pero nada de señal. Así que no podía llamar a Mónica. Tuvimos que esperar varios minutos que fueron medios tensos en verdad. Quería estar adentro para ver el primer heat donde corría Kelly y obviamente para el segundo donde corría Lucca. Hasta que por radio, Mónica se comunicó con los encargados de la seguridad de este segundo punto y nos regresaron al punto uno. Otra vez manejamos de regreso por todo el pueblo hasta el ingreso uno.
Por suerte, ahí estaba Mónica con nuestras pulseras. Respiré jajaja. Nos las puso y entramos, pasamos el segundo control sin problemas pero nos dijeron que teníamos que dejar el carro ahí nomás porque una camioneta del evento nos llevaría hasta la playa. En serio tenían todo demasiado organizado y con mucha seguridad. Los carros de los invitados y de la gente de prensa no podían acercarse a la playa. También nos indicaron que estaríamos en una zona apartada de los atletas y que no podíamos acercarnos a ellos por ningún motivo porque estarían en lo que llamaban “la burbuja”, es decir un lugar 100% seguro de Covid donde solo ellos podían estar. Esto ya nos lo habían adelantado por correo, así que obviamente no teníamos ningún inconveniente. Dejamos el carro estacionado donde nos indicaron y nos subimos a la camioneta que nos llevaría a la playa! Ya estábamos ahí y con el monopod en mi mano!!!! Por fin! Lo habíamos logrado después de todo.
Miro el reloj y casi eran las 7am. Por los parlantes, la voz del locutor nos decía que el heat 1 estaba por empezar. Kelly, Kolohe y Kanoa ya estaban en el agua. Tuvimos que apurarnos para ubicarnos… ayyyyyy lo mejor de la historia está por llegar pero me quedé sin espacio… No dejes de leerme el próximo jueves, en serio, que se viene lo mejor!
Nos vemos el próximo jueves, chau!
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