Por Pamela Álvarez Calderón B.
¿Han escuchado de “Stab in the dark”? Es ese concurso que hace Stab donde invitan a un surfer para que pruebe tablas diseñadas por diferentes shapers. Estos shapers las diseñan sin saber exactamente quién las va a correr, pero les dan las típicas variables del surfer como talla, peso, nivel de surfing, entre otros.
Lo paja es que las tablas no tienen ninguna marca, ni modelo, ni firma, ni nada. Entonces, el surfer que las prueba no tiene idea de quién las hizo. El vacilón del concurso es que las prueba y luego hace una selección. Sigue probando las que pasaron ese primer filtro y finalmente elige la que más le funcionó a él. Y digamos que esa es la tabla y el shaper ganador del concurso. De hecho no es que sea un ganador absoluto porque eso depende de muchos factores, pero como idea, el concurso es bien divertido.
Sé que se ha hecho el año pasado con el australiano Taj Burrow y este año lo están haciendo con Jack Robinson. De hecho ya soltaron el primer episodio con Jack que se ve buenazo.
Me parece mostro el concurso. Primero porque siento que es algo así como “La Voz”, salvando las distancias. Me refiero a que es un concurso donde se premia el diseño tal cual. Sin marcas, sin nombres, sin marketing. Igual que en “La Voz”, donde el jurado evalúa a los participantes sin verlos. De esta manera no importa cómo lucen, ni la edad, ni la ropa, sino que simplemente importa el talento.
Lo que también me gusta del concurso es que se ponga en valor a los que están detrás de la escena, los que no dan la cara muchas veces, pero que son tan importantes para este deporte: los shapers!
¿Qué haría un surfer si no tuviera una tabla? ¿Una que realmente le funcione?
Y eso me llevó a pensar que así como nuestro país tiene olas de calidad mundial, surfers de calidad mundial, también tiene shapers de calidad mundial. Claro que sí!
Qué increíble sería que pronto un shaper peruano estuviera en Stab in the dark, no? O qué increíble sería que se les dé más importancia o protagonismo a su participación dentro de la industria peruana de surf. Porque son importantísimos!
Y si bien no soy especialista en el tema, como fan del deporte me preguntaba:
¿Por qué veo tantas tablas en nuestras playas de shapers que no son peruanos? Desde niños que recién empiezan, chicos con más experiencia, jóvenes, adultos, personas de nivel intermedio, avanzado, pro. Muchos usan tablas de shapers o marcas de afuera. ¿Acaso no tenemos buenos shapers en Perú? Me he propuesto no poner ningún nombre ni marca en esta columna, pero tengo a vaaaarios en la cabeza, que no tienen nada que envidiarle a ningún shaper de ningún otro país. ¿Materiales? Se usan los mismos. ¿Los procesos de fabricación? También son los mismos. ¿Qué nos impide entonces usar tablas peruanas?
Pero sigamos. Porque me sigo haciendo preguntas, esta vez más allá del surf. Y esta tiene que ver con nosotros los peruanos, como consumidores de cualquier cosa y ese pensamiento que tenemos metido en la cabeza de que lo de afuera es mejor. ¿Cuántas veces un artista o cantante ha sido reconocido acá luego de haber salido y triunfado fuera de nuestras fronteras? ¿Por qué nos cuesta tanto apreciar la industria peruana? ¿El marketing es más importante que la calidad? ¿La moda de la marca se impone al talento peruano? ¿Prefiero tener una tabla de una marca extranjera porque todo el mundo la usa o por la moda, en lugar de tener una que me hagan especialmente para mí, como la necesito?
De hecho es raro, porque no apreciamos el talento peruano pero lo terminamos comprando, incluso sin saberlo. ¿A qué me refiero? A que las marcas de afuera terminan siendo fabricadas acá en Perú. O sea, algunas empresas de shapers peruanos tienen las licencias de marcas de afuera. Todo legal. Todo bien. Pero lo que tienen son archivos que se meten a una máquina. Y esa tabla no sale terminada de la máquina. Esa tabla hay que terminarla a mano. ¿Y quién hace ese trabajo? Un shaper peruano. Entonces, esa tabla es realmente de la marca extranjera o del shaper peruano? O es mita mita? Se termina pagando mucho más por una tabla porque tiene el logo de una marca extranjera pero que finalmente la hace un shaper peruano. Me deja pensando mucho toda esa situación.
Yo lo veo como si una persona quisiera comprar la pintura de un artista newyorquino. Pero el artista no la va a pintar. No. Va a mandar un bosquejo de la pintura para que otro artista peruano la pinte aquí en Perú y la venda. Ah! Y la vende mucho más caro porque saldrá con la firma del artista newyorquino (hasta la firma la hace el artista peruano, pero firma con el nombre del newyorquino. Juat? Sí, eso pasa con las tablas, me lo contó una vez un amigo y me pareció locaso). En todo caso, si es así, no sería mejor comprarle la pintura al artista peruano? Si finalmente él la está pintando. Así lo veo yo.
Por último, si de verdad crees que esa tabla de marca extranjera o ese cuadro del artista newyorquino es lo que necesitas, pues viaja y cómprasela a él directamente. O cómprala por internet y que te la manden. No sé, digo.
En el caso de las tablas, yo siento que la relación de un surfer con su shaper debe ser como la de tu mejor amigo. Deben conocerse bien, conversar, entenderse, evolucionar juntos, crecer juntos.
Qué mejor ejemplo que el de Gabriel Medina que sigue trabajando con su shaper desde que era chico, el brasilero Johnny Cabianca. Qué paja ese proceso de empezar, volverte bueno, convertirte en pro, ganar títulos mundiales y continuar con tu shaper de siempre. Ese que te conoce, al que le tienes confianza, el que te entiende. Y no es que uno tenga que quedarse con el primero para siempre. Esto no viene del pensamiento tipo “cásate con tu primer enamorado y que sea para toda la vida”. Para nada. Puede haber divorcios también jajaja. Pero encuentra al tuyo y hazlo tuyo. Ese que te dé el tiempo de hablar de tu tabla, con el que te puedas reunir y mirarlo a los ojos, ese que realmente le dé la importancia que tiene esa tabla para ti, ese que te va a explicar todas las variables, ese que va a hacerla con todos los detalles que solo tú necesitas. El que te la va a hacer con amor, especialmente personalizada para ti.
Y menciono esto porque una tabla es como un hijo para un shaper, un hijo que crea con amor y que luego entrega y deja ir. Luego, ese hijo se convierte en la novia/o de ese surfer que la mandó a hacer con ilusión. En serio así son esas relaciones. Eso sí lo he vivido de muy cerquita, así que sé de qué estoy hablando. Ese pedazo de foam y resina te va a acompañar por largo tiempo, va a estar contigo mientras haces lo que más te gusta, casi casi va ser una extensión de tu cuerpo. ¿Todo eso no merece tiempo? Poder transmitirle en vivo a tu shaper lo que quieres, lo que necesitas, probar la tabla, compartir cómo te funcionó, perfeccionar detalles, evolucionar, hablar el mismo idioma, que haya corrido las mismas olas que tú vas a correr, asuuuu, todo eso tiene que tener un peso. Pienso. No solo la marca importa.
Pero bueno, creo que ya me fui en floro! Todo empezó por filosofar en cómo hacer que la industria del surfing en nuestro querido país, siga creciendo. Incluyendo a los shapers que, como nuestras olas y nuestros surfers, son también de calidad mundial. Qué duda cabe! Y también las cronistas, digo, jajaja yo también soy de calidad mundial o no? Jajaja
Nos vemos, chau!
*** Sígueme en IG como Vía Surfing: ¡comparto fotos, videos y muchas experiencias de los eventos del CT a los que he tenido la suerte de viajar! ***